El programa de desarrollo cafetalero del Escambray hasta 2030, en Cienfuegos, está directamente relacionado con el Plan Turquino y su revolucionario propósito de lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas y de difícil, acceso, conjugando los requerimientos productivos con el desarrollo social y la conservación de la naturaleza.
Omar Bermúdez Sánchez, director de la Empresa Procesadora de Café Eladio Machín, señala que, de acuerdo con esa línea de trabajo, en 2018 se hizo una evaluación del programa cafetalero, a partir del cual se determinaron como objetivos incrementar nuevas áreas cada año, realizar la resiembra de las plantaciones, acometer inversiones para el mejoramiento tecnológico de la industria (ya hay instaladas tres despulpadoras ecológicas) y mejorar el estado técnico del transporte.
Para atender el cultivo en el Macizo de Guamuhaya se cuenta con 20 formas productivas que agrupan poco más de mil hombres y mujeres dedicados a ese rubro exportable.
Esa fuerza la integran seis cooperativas de producción agropecuaria (CPA), igual número de cooperativas de créditos y servicios, tres unidades básicas de producción cooperativa, y cuatro unidades empresariales de base, tres de ellas del Ejército Juvenil del Trabajo, y la otra de nueva creación para atender el fomento del cultivo en el llano, sostiene Bermúdez Sánchez.
Hasta la fecha, los planes se han cumplido, a pesar del déficit de fuerza de trabajo. Al margen de las dificultades económicas y materiales del pasado año, la Eladio Machín sobrecumple el acopio del café, así como las ventas para la exportación, las de Cimex en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, las de Comercial Café, y el consumo nacional.
No obstante, hay conciencia de que aún están muy por debajo de la demanda de la población y el mercado internacional. En este 2022 se han propuesto plantar en el lomerío cien hectáreas, y 50 en el llano, y para ello están garantizadas todas las posturas a partir de julio, y la preparación de las tierras marcha según lo previsto.
Con similares perspectivas se avanza en la categorización de los productores. Desde enero se hizo un levantamiento con todas las bases, incluyendo, por supuesto, las del sector cooperativo y campesino, con el fin de determinar en sus predios los métodos y formas empleadas en el cultivo, y el estado de los sembradíos, que incluyó la cantidad de plantas que les faltan para una buena población.
Del diagnóstico de ese estudio se derivó que en la segunda mitad del presente año deben reponerse no menos de dos millones de posturas en la resiembra.
CIENCIA Y TÉCNICA EN LOS CAFETOS
Según el Director de la Eladio Machín, no puede hablarse de desarrollo cafetalero sin la intervención de la ciencia, la técnica y la innovación. De ahí que apelen a prácticas como la aplicación del compost y el uso de la lombricultura y la canavalia, un fertilizante orgánico en sustitución de abonos químicos.
A la vez, se ha introducido el injerto, sobre el patrón de la variedad robusta y el arábico encima, para lograr mayor resistencia al cambio climático.
También se acomete la capacitación de los productores a través de talleres de agrotécnica, de conjunto con el Consejo Científico del Gobierno y la Universidad de Cienfuegos.
Estas y otras medidas constituyen el futuro del cultivo.
Hoy, el banco de semillas certificadas Mayarí, del usufructuario Jesús Chaviano Ruiz, constituye una enorme fortaleza para el desarrollo cafetalero en la provincia y buena parte de la nación.
Afirma el asociado de la CPA 10 de Octubre que para el sostenimiento de la producción debe existir lo que él llama una escalera: contar con plantas adultas, jóvenes y de recientes brotes, en busca de mejores rendimientos.
Nuestra razón de ser, comenta, es satisfacer de simiente de calidad a todos los productores de la provincia, además de contribuir con otras regiones del país.
En el lugar fomentan ocho variedades, principalmente las denominadas Isla, además del caturra rojo mejorado, todas provenientes de la Estación Experimental de Jibacoa.
Refiere Chaviano Ruiz que aquí se cierra el ciclo productivo con la siembra, cosecha y beneficio del grano, proceso industrial para el cual cuenta con una despulpadora propia, canoas de fermentación (con tecnología de avanzada diseñada por él) y zarandas. Además, dispone de un vivero de 60 000 posturas con igual fin.
Del potencial del banco de semilla da cuenta Denny Ortiz Naranjo, presidente de la cpa 10 de Octubre, considerada la mejor de su tipo en el Macizo de Guamuhaya, y merecedora hace muy poco, de la bandera Niceto Pérez.
Indica que en la última cosecha sellaron el compromiso de las 8 000 latas del grano cereza, de primera casi todo, con impacto en los ingresos en MLC.
Para la próxima campaña deben crecer en producción, como también en áreas para plantar, con cuatro nuevas hectáreas y otras seis de resiembra; aunque el mayor impulso en esta última tarea será en 2023, con 170 000 posturas para reponer, explica Ortiz Naranjo.
Los objetivos están definidos y solo resta cumplirlos para alcanzar mejores resultados en el programa de desarrollo cafetalero que, al amparo del Plan Turquino, debe permitir el despegue de tan importante rubro económico aquí.
Tomado de Granma