Este sábado, a las 11 am, en la santiaguera Casa Dranguet, ubicada en Corona y Heredia –a pocos metros del corazón de la ciudad de Santiago de Cuba–, se realizará una cata de café con granos de unos cinco países del mundo, además de cerezos cubanos, como una forma de promocionar la cultura cafetalera mundial y acercar, a los asistentes, a otras maneras de apreciar la humeante bebida.
La institución, que es reconocida a nivel nacional por ser una de las mayores promotoras de la cultura del café en Cuba, servirá de escenario para que Jean Christophe Galland, especialista de la Fundación Malongo, comparta los principios de la cata del aromático grano, como son la acidez, aroma, cuerpo…
“Cataremos café de Burundi, Myanmar, Laos, México y un robusta de Indonesia, además de un café cubano, para valorar las características de cada uno: acidez, amargura, cuerpo y los aromas. También este sábado 26 de marzo, en la Casa Dranguet, vamos a explicar cómo se cata un café y las características de cada uno de los cafés que se van a catar”, asegura el experto catador de la fundación franco belga Malongo.
“Va a ser una jornada práctica y teórica, queremos que las personas escuchen pero que ellas mismas sean capaces de valorar cada una de las características del café que tienen en la taza y que comparen”.
En relación a las medidas por la Covid, el especialista aseguró que han trasladado aquellas que en Francia han adoptado: “cada persona va a tener su propia taza, y su propia cuchara, no se va a compartir nada, tenemos que adaptarnos, en Francia tuvimos que hacerlo, además también hay que tener distanciamiento social. También hay que lavar todo”.
Es la cuarta ocasión que la Casa Dranguet –también conocida como Centro de Interpretación y Divulgación de la Cultura del Café– acoge este tipo de catas de granos cultivados en diferentes lugares del mundo.
“Es importante que las personas conozcan y reconozcan a Casa Dranguet como el lugar más importante para profundizar sobre la cultura del café, y las catas ayudan en este sentido, a que entiendan que de un terruño y otro, hay gran diferencia. No es lo mismo el café de Myanmar al que se obtiene en Cuba, y cada uno tiene asociado, además de un sabor diferente, una cultura diferente también”, asegura.
Además de la cata de café, el especialista de la fundación Malongo desarrolla, con el personal que atiende la gastronomía en Casa Dranguet, un curso de capacitación que incluye diversos conocimientos, como las técnicas correctas de uso de la máquina de exprés, de la máquina de moler, entre otros.
“La idea es que en Dranguet se sirva el mejor café de Santiago de Cuba, y que se sirva de diferentes maneras, el expreso, el café filtro, prensa francesa”, sentenció Jean.