La parte más valiosa de una planta de café es su cereza. Después de la cosecha y el procesamiento, obtenemos los granos que tostamos, molemos y preparamos. ¿Pero qué sucede con el resto de la planta?

A menudo, al recortar o podar un cafeto, se descartan los tallos, ramas y hojas. Sin embargo, en algunas partes del mundo, sus hojas se recogen y se utilizan para preparar té de hojas de café.

Sigue leyendo para aprender más sobre qué es esta bebida, cómo se prepara y de dónde proviene.

LOS ORÍGENES DEL CONSUMO DE TÉ DE HOJAS DE CAFÉ

El té de hojas de café se ha consumido durante siglos en Sumatra, Etiopía, Jamaica, India, Java y Sudán.

Desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, los caficultores etíopes guardaban su café cosechado para comercializarlo o consumirlo en ceremonias especiales. En su lugar, el pueblo Harari de Etiopía disfrutaba el «kuti» como una bebida común del día a día. 

El kuti se preparaba con las hojas de café hervidas en agua, a veces con una pizca de sal o algo de azúcar. Por lo general se hervían las hojas durante al menos 30 minutos, ya que se creía que mientras más tiempo se hirvieran, mayor dulzor tendría la bebida.

El té de hojas de café tiene algunas similitudes con el té verde, pero es más terroso y dulce. Tiene menos cafeína que el té verde y, gracias a sus altos niveles de antioxidantes, históricamente se creía que curaba o aliviaba los síntomas del resfriado.

En el siglo XIX, los colonos holandeses transportaron plantas de café a algunas regiones agrícolas en Indonesia. A los trabajadores de los cafetales se les prohibió consumir el café que cosechaban, por lo cual bebían algo llamado «kawa daun«. 

El Kawa daun se preparaba secando las hojas de café al sol, para reducir su amargor. Las hojas se ahumaban y se tostaban durante algunas horas. Finalmente, se sumergían en agua hirviendo y se servían en una cáscara de coco. En la actualidad, el kawa daun se prepara a menudo con azúcar, leche condensada y jengibre; a veces, se puede añadir bambú, o incorporar un huevo.

Aunque algunos trataron de introducir el té de hojas de café en Europa en el siglo XIX, no logró tener éxito. Sin embargo, en los últimos años ha ganado cierta popularidad en los mercados occidentales, en parte gracias a sus supuestos beneficios para la salud.

¿A QUÉ SABE EL TÉ DE HOJAS DE CAFÉ?

Una de las mayores barreras para que las personas consuman té de hojas de café es el hecho de que la mayoría asume que sabrá a café. Lina Sazanauskaite es gerente de comunicaciones y mercadeo en Impact Roasters, una tostaduría de café en Valby, Dinamarca. «Aunque está hecho de las hojas de la planta de café, su sabor es completamente diferente al café», me dice Lina.

«Antes de probarlo por primera vez, la mayoría de nuestros clientes pensaron que debería saber un poco a café… pero no hay ni una pizca de sabor a café». Al igual que el café, el sabor de este té cambia dependiendo de dónde y cómo fue cultivado.

También hablamos con productores del municipio de Marcala en Honduras. Ellos han estado experimentando con el té de hojas de café durante algún tiempo, y nos informaron de su preferencia por las plantas de café orgánicas.

Aunque esta bebida se compara generalmente con el té verde, es importante señalar que el té de hojas del café técnicamente no es un té en absoluto. 

Todos los tés «genuinos» derivan de la planta Camellia sinensis. Dado que las hojas del cafeto no provienen de esta planta, una bebida hecha con ellas es técnicamente una «tisana», como el rooibos o la manzanilla.

Mateusz Petlinski es encargado de calidad del té y café en Rösterei VIER, una tostaduría de café e importadora de hojas de té en Düsseldorf, Alemania. Él dice: «El problema es que no tenemos una palabra llamativa para describirlo. ‘Infusión’ suena demasiado a terminología médica, y no se pondrá de moda. Así que, en el caso del té de hojas de café, su accesibilidad actualmente supera a su taxonomía».

Mateusz actualmente obtiene el té de la finca Machare de Bente Luther-Medoch, en Tanzania. Él lo describe como «[con] un cuerpo sedoso, baja astringencia y alto dulzor». 

«Puedes encontrar notas a vainilla, miel, tabaco de pipa, notas ricas y terrosas», explica Mateusz. «La taza es de un color durazno cobrizo, brillante y vibrante. En comparación con la mayoría de los tés negros, tiene un dulzor y un equilibrio mucho mayor, pero carece de intensidad. Y obviamente, no sabe a café».

Aunque las tiendas de café y tostadores, como Mateusz, importan y venden té de hojas de café en pequeños volúmenes, el producto más reconocido y con mayor presencia en el mercado occidental es vendido por Wize, una marca de bebidas canadiense. Wize ofrece este tipo de té a gran escala, y está actualmente disponible en más de 30 países. 

Su último producto, un té helado de hojas de café listo para beber, ganó el premio como el mejor producto nuevo en World Tea Expo de 2015. Actualmente, la bebida está disponible en sabor a mango, original, o pomelo, y se prepara con hojas provenientes de Nicaragua. 

¿CUÁL ES EL BENEFICIO PARA LOS PRODUCTORES?

Está bien establecido que, aunque la demanda internacional de café es alta, los caficultores todavía tienen varios problemas a los cuales enfrentarse en la cadena de suministro, como las fluctuaciones de los precios y la Covid-19.

El café solo se cosecha unos pocos meses al año, dependiendo de la temporada de cosecha del país. Esto puede dejar a varios productores y trabajadores sin trabajo (y sin ingresos) durante una parte significativa del año. 

Sin embargo, algunos productores han decidido diversificar los cultivos que mantienen y comercializan. Dado que las hojas de café se producen constantemente, los productores las pueden cosechar durante la temporada baja, en caso de que haya demanda. 

El fundador de Impact Roasters, Daniel Hallala, creció en Etiopía. Él me dice que a menudo solía beber té preparado con las hojas del cafeto. «En Etiopía, el té [de hoja de café] es muy utilizado por quienes trabajan en la agricultura por su efecto estimulante y refrescante», explica Lina. «Sin embargo, después del proceso de poda, el té también se puede utilizar para generar ingresos para los caficultores».

Si la demanda de té de hojas de café creciera, y se volviera significativa, podría servir como otra fuente de ingresos más pequeña para los caficultores. La diversificación de los cultivos representa una gran oportunidad para que las fincas sean más sostenibles económicamente y estables durante la temporada baja.

¿AUMENTARÁ LA POPULARIDAD EL TÉ DE HOJAS DE CAFÉ?

Según World Tea News, unos cinco millones de personas beben té de hojas de café en todo el mundo. Sin embargo, a principios de 2020, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria aprobó recientemente el producto para su venta en toda la UE, lo cual significa que el mercado podría crecer en los próximos meses.

«A pesar de que las hojas del cafeto se han consumido en varios países durante varios cientos de años, solo ahora se han aprobado como ingrediente alimentario… Creemos que podría abrir otros caminos para que el té de hojas de café llegue al mercado europeo», dice Lina.

Hacer entender a los consumidores que el té de hojas del cafeto no es ni café ni té, y que no sabe a ninguno de los dos, también podría ser un desafío para quienes lo venden. Según la experiencia de Mateusz, «las personas esperan que sepa a café o que tenga un mayor contenido de cafeína que un té normal». 

«[Es] muy difícil comunicar [que van a recibir] una versión más dulce y equilibrada de lo que esperan», me dice Mateusz. «Creo que la mayoría de los consumidores convencionales aún se consideran como pertenecientes al equipo ‘del café o del té’».

Sin embargo, Mateusz añade que este té podría ayudar a reducir una brecha: «Hay una buena posibilidad de que el té de hojas de café pueda ser la ‘bebida de entrada’ entre el café y el té de especialidad».

Lina cree que puede ser popular entre los consumidores que buscan ser responsables con sus hábitos de consumo. «Podría atraer a las personas que se preocupan por la sostenibilidad, ya que las hojas de café se pueden cosechar todo el año».

Por último, Mateusz cree que hay muchas oportunidades con el té de hojas de café que las tiendas de café pueden aprovechar. «Ofrecer un café específico junto con un té de hojas de café proveniente del mismo productor sería algo impresionante de ver», dice. 

Él añade que el dulzor natural del té hace que sea adecuado a las bebidas frías o carbonatadas. «Prueba la hoja de café como un té helado, al estilo japonés, preparado caliente sobre cubitos de hielo y añade un poco de limón, ¡te va a encantar!».

Mateusz cree que en el futuro el té de hojas de café será popular en los menús de las tiendas de café. «Especialmente en Europa, donde la cáscara está todavía prohibida… los negocios de cafés de especialidad buscan algo que combine café y té y que tenga sentido en un negocio centrado en el café».

La reciente aprobación del té de hojas de café para su venta en Europa y su crecimiento bajo marcas como Wize demuestran que existe un mercado para esta bebida fuera de los países productores. Para los caficultores, esto ofrece una manera de diversificar sus ingresos agrícolas. Para las tiendas de café, podría ser una manera de «reducir la brecha» entre el mundo del café y el té, como dice Mateusz. ¿Qué tan popular se hará? eso está por verse.

Tomado de Perfect Daily Grind

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